Un gran número de los productos y servicios que consumimos hoy en día son manufacturados (78% según datos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, ONUDI). Si descomponemos un producto en muchas partes podríamos descubrir que cada una de ellas ha sido fabricada en diferentes países por diversas empresas. A este modo de operar, en el que participan varias organizaciones para lograr un producto o servicio final, se le denomina Cadenas Globales de Valor (CGV).
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) calcula que el 80% del comercio mundial se realiza dentro de las CGV. De ahí que Johannes Dobinger, Representante ONUDI para la Región Andina, concluya que “las CGV son una característica determinante del comercio global”. Dobinger explica que dos de sus principios rectores son que “la participación debe generar valor y tener efectos positivos para muchos y de manera equilibrada (inclusividad) y que la participación debe ser compatible con un medioambiente sano y sostenible”
La historia cuenta que las CGV surgieron en empresas multinacionales a finales de los años 80 cuando estas empezaron a desagregar los procesos productivos en otras empresas ubicadas en otros países, para reducir sus costos. Los eslabones de la cadena van desde la obtención de materias primas, diseño de bienes o servicios, fabricación, distribución, hasta la comercialización. Las principales CGV son llamadas ‘fábricas mundiales’: la europea es liderada por Alemania; la asiática por China; y la fábrica Norteamérica, la encabeza Estados Unidos.
Un ejemplo muy actual sería la vacuna de Oxford contra el COVID_19 que producirá México y Argentina de manera conjunta de acuerdo con el anuncio del presidente argentino, Alberto Fernández.
¿Cómo está Colombia?
Según un informe del Banco de la República, titulado “Colombia, por fuera las cadenas globales de valor: ¿causa o síntoma del bajo desempeño exportador?”, el país no ha aprovechado suficientemente las CGV que hoy predominan en el comercio mundial: “La oferta exportadora colombiana, excesivamente concentrada en productos primarios y en ventas de productos terminados a países vecinos, no favorece una mejor inserción del país en el contexto global a través de este tipo de cadenas”.
En efecto, en Colombia los bienes y servicios intermedios importados representan tan solo el 7,7% de las exportaciones colombianas, de acuerdo con la OCDE, mientras que países como China, Taiwán e Irlanda el porcentaje es de 45,1 de las ventas externas. Por lo anterior, la inserción en las CGV es uno de los principales retos que tiene el sector industrial colombiano.
Ventajas de los encadenamientos productivos*
- Facilita la integración y colaboración en cadenas de valor.
- Soluciona de brechas de información entre los eslabones.
- Mantiene el flujo de Información y tendencias del mercado nacional y global.
- Aporta sofisticación y productividad en todos los eslabones.
¿Qué necesita una empresa para insertarse en las CGV?
- Calidad. Las compañías deben cumplir con los más altos estándares internacionales en relación a sus procesos productivos y los bienes o servicios finales.
- Infraestructura. Es una herramienta fundamental para facilitar la inserción.
- Conocimiento. Tanto de las materias primas como de los procesos industriales.
- Tecnología. Es uno de los principales motores del crecimiento en las manufacturas. Además, esto mejora los sistemas de innovación.
- Sostenibilidad. Las operaciones industriales deben estar alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.