¿Qué es?
Se trata de poner en práctica alianzas o estrategias conjuntas entre dos o más empresas (independientes y autónomas), para hacer más efectivos sus procesos logísticos y mejorar su cadena de suministro en cuanto a la calidad, agilidad, costos y servicios, entre otros aspectos. En síntesis, en la logística colaborativa se establece una relación gana-gana en la que las empresas cooperan entre sí para lograr objetivos comunes, lo que al final las hace más competitivas.
Por ejemplo, dos empresas pueden compartir viajes (transporte), reduciendo costos y además, su huella de carbono. La logística colaborativa es relativamente reciente. La información disponible al respecto es limitada y reseña que tiene más de una década.
En el artículo académico La colaboración en la cadena de suministros: una revisión al estado del arte, el ingeniero industrial Bernardo Antonio Tamayo Arguello y los tecnólogos industriales Olga Rosana Romero Quiroga y Mauricio Becerra Fernández explican que las alianzas y estrategias son un tema crítico para la competitividad en el mundo, ya que para alcanzar sus metas, las empresas requieren cooperación y coordinación de las partes involucradas.
“Las alianzas son vistas ampliamente como acuerdos entre empresas para trabajar juntas y alcanzar un objetivo. Estos arreglos o acuerdos se logran por medio de fusiones, subcontratación y desarrollo de empresas de capital conjunto”, señala el escrito.
En dicho documento, los autores describen que la principal tarea de las organizaciones es identificar con quien se debe o no colaborar. “…No es posible llevar a cabo la colaboración con todos los diversos proveedores, clientes y/o competidores. Es vital que antes de iniciar una propuesta de colaboración, las organizaciones involucradas evalúen si sus procesos y procedimientos son compatibles y, aún más importante, si sus objetivos corporativos lo son”.
Otro aspecto fundamental dentro de la logística colaborativa es la confianza. La transparencia, la comunicación y el flujo de información son elementos de los cuales depende, en gran medida, el éxito de las alianzas.
Un ejemplo de logística colaborativa ocurre en la industria automotriz, específicamente en el almacenamiento de acopio de materiales, insumos y materias primas y en la distribución de vehículos armados, componentes y en los procesos de producción, de acuerdo con el artículo publicado por la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria, Logística Colaborativa: Un reto de cara al futuro.
Según se ha documentado, reconocidas marcas del sector automotor, para reducir sus costos de investigación, desarrollo y fabricación, comparten plataformas de producción, dando como resultado vehículos que por dentro tienen los mismos sistemas de suspensión, frenos, inyección y encendido y por fuera, sus carrocerías responden a los diseños de cada marca. Este es el caso de un auto compacto desarrollado en una plataforma común para Toyota (Aygo), Peugeot (107) y Citroen (C1).
Igualmente, para la distribución de vehículos armados, las empresas de la industria automotriz acuden a operadores especializados. Así, mediante la tercerización, se optimizan los espacios en patios, almacenes, barcos, trenes y la capacidad en los camiones de reparto.
De esta manera, la logística colaborativa apunta a ser un mecanismo eficiente para llevar a los negocios a cumplir sus metas, siempre y cuando se elija bien al socio y sus estrategias y visiones estén alineadas.