Desde hace más de una década, aproximadamente, los camiones autónomos están gestando una revolución mundial en la industria del transporte y por supuesto, en la logística, ya que promete convertir a este sector en uno más seguro y eficiente. Se dice que facilitan las condiciones de conducción y la automatización de los procesos logísticos, que reduce costos y favorece el medioambiente. Las empresas que están liderando esta tendencia no solo son las tradicionales del sector automotriz como Volvo, Mercedes Benz, Scania, Honda y BMW, sino que además estas compiten con las gigantes tecnológicas de Google, Uber, Tesla y Apple.
¿Cómo funcionan? Los camiones autónomos usan el internet de las cosas y la tecnología de inteligencia artificial (AI). Con sensores y software especializado controlan, navegan y manejan el vehículo. A través de los sensores generan un mapa que muestra el entorno y se puede monitorear un rango de 60 metros alrededor.
Según dijo en enero de 2019, Néstor H. Roa, jefe de la División de Transporte del Banco de Interamericano de Desarrollo (BID), en el Moviliblog titulado ¿Estamos preparados para el transporte autónomo?, el 2021 sería el año en el que los principales fabricantes de automóviles lanzarían sus primeros vehículos 100% autónomos. “Su grado de automatización será del nivel 5 (ver gráfico), es decir, que supone que el sistema podría asumir el control total del vehículo sin intervención alguna por parte del conductor”, señaló. Habrá que ver, pues todavía hay temas por resolver como la regulación y la interacción entre dos o más vehículos. Por el momento, las compañías están avanzando en sus desarrollos e incluso se han establecido alianzas entre grandes organizaciones.
Niveles de autonomía
- Nivel 0: el conductor ejecuta todas las acciones, sin depender del vehículo.
- Nivel 1: el vehículo tiene ligeras ayudas a la asistencia del conductor, como control de crucero adaptativo o avisador de cambio involuntario de carril.
- Nivel 2: automatización parcial. El conductor sigue siendo fundamental y cuenta con ayudas como mantenimiento de trayectoria, asistencia a la frenada, sistema de aparcamiento automático, etc.
- Nivel 3: el vehículo circula libremente, detecta objetos y analiza el entorno que lo rodea. El conductor debe estar atento a supervisar el funcionamiento del sistema por si este falla.
- Nivel 4: el vehículo puede analizar el entorno, determinar la ruta y circular, controlando el tráfico y los objetos de la vía, sin la ayuda ni atención del conductor. Pero si falla, debe asumir el conductor, quien tendrá a su disposición volante, pedales, caja de cambios, etc.
- Nivel 5: el vehículo lo hace todo: analiza y supervisa el entorno y toma las decisiones de la conducción. El conductor no es necesario.
Algunos ejemplos
Volvo Trucks
En colaboración con la empresa de logística y transporte, DFDS, presentó en el 2018 Vera, un vehículo para mover grandes volúmenes de mercancías en distancias cortas desde un Centro Logístico a una Terminal Portuaria. Es manejado desde una torre de control y su propósito es permitir un flujo continuo “que responda a las demandas de, mayor eficiencia, flexibilidad y sostenibilidad”.
Alphabet (Google)
Waymo Driver, el ‘conductor’ autónomo de Google, que comenzó años atrás a manejar carros de pasajeros, está aprendiendo a manejar grandes camiones como lo haría un humano desde hace 5 años (2017). Según la página web de la compañía, que denominó a esta iniciativa Waymo Vía, actualmente están probando su flota de camiones en California, Arizona, Nuevo México y Texas.
En octubre de 2020, la compañía firmó una alianza estratégica con Daimler Trucks (Mercedes Benz) con el objetivo de implementar la tecnología SAE L4 autónoma. De acuerdo con un comunicado de Daimler, “Su esfuerzo inicial combinará la tecnología de conductor automatizado líder en la industria de Waymo con una versión única del Freightliner Cascadia de Daimler, para permitir la conducción autónoma”.
De acuerdo con los expertos, esta industria tiene mucho potencial y crecerá hacia futuro. Así lo deja ver un estudio de la consultora Allied Market Research que pronostica un tamaño del mercado mundial de vehículos autónomos valorado en $556.67 mil millones de dólares para 2026.